En 1972, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente celebrada en Estocolmo, que terminó con su propia declaración histórica, fue la primera en situar las cuestiones medioambientales en el primer plano de las preocupaciones internacionales y marcó el inicio de un diálogo entre los países industrializados y los países en vías de desarrollo sobre la relación entre el crecimiento económico, la contaminación del aire, el agua y los océanos, y el bienestar de las personas.
El Consejo de Derechos Humanos reconoció finalmente este derecho y pidió a la Asamblea General de la ONU declara el acceso a un medio ambiente limpio y saludable, un derecho humano universal es decir un derecho fundamental a “un medio ambiente de una calidad que permita una vida digna y de bienestar”. El trabajo fue arduo ya que mas de 1000 organizaciones y 3 decadas de trabajo fueron necesarias para este logro.
Estamos frente a una declaracion historica, un verdadero hito para afrontar la triple crisis medioambiental aunque no sea jurídicamente vinculante.
La decisión contó con ocho abstenciones, ningún Estado se opuso a la declaración. La resolución “hace hincapié en el apuntalamiento de las obligaciones legales de actuar (en favor del medio ambiente), en lugar de permitir que sea simplemente una política discrecional.
Ahora solo resta actuar desla toma de consciencia de parte de los estados que celebran esta victoria y se adeudan su plena ejecucion.